El día de la preboda de Ascend & Dani amanecio con un viento insoportable y lo que a simple vista podría parecer un desafío, pronto se transformó en nuestro mejor aliado. El viento, hizo que el pelo de ella volara libre,  y que cada gesto se sintiera más natural y espontáneo. Esa brisa almeriense, que tanto caracteriza a la costa, aportó un toque único a cada foto.
Y a medida que el sol comenzaba a descender, la luz adquirió esa tonalidad mágica  que tanto me gusta capturar.

Si algo aprendimos ese día es que los imprevistos, como el viento, pueden convertirse en los ingredientes perfectos para un resultado extraordinario. Porque al final, lo importante no es solo el lugar o las condiciones, sino la energía, la conexión y la magia que se crea en el momento.

Cabo de Gata nunca decepciona, y esta preboda fue la prueba de que incluso los días más ventosos pueden regalarnos los recuerdos más inolvidables.